TERCER DÍA:
Tercer día, visita a BÉJAR, ciudad que en su día representó el motor industrial textil de España, con empresas que ocupaban a miles de trabajadores, llegados de todos los puntos. Hoy en día totalmente paralizadas y en estado de ruina, excepto una, que está reconvertida a museo.
Iniciamos el recorrido a través de su avenida principal, que aún conservaba los adornos de la Festividad del Corpus, hasta llegar a la Plaza del Ayuntamiento; un bonito edificio y enfrente la Iglesia del Salvador, muy cerca el Palacio Ducal, convertido en centro escolar.
Continuamos la visita hasta llegar al Monumento a los Hombres del Musgo, donde no realizamos la foto de "familia" y regreso al autobús.
De camino hacia el hotel para la comida, parada en MOGARRAZ, con degustación de productos ibéricos, que bien supo a esa hora, compras particulares y breve visita al pueblo de Mogarraz, un lugar fascinante por su limpieza, sus fuentes de agua cristalina; pero sobre todo por las fotos de los antiguos visitantes que cuelgan de las fachadas de viviendas e incluso la propia iglesia. Finalizada la visita, vuelta al hotel para la comida y por la tarde visita a CIUDAD RODRIGO.
Después de descansar un rato tras la comida, salimos hacia CIUDAD RODRIGO, la población más importante del Sur de Salamanca tanto por número de habitantes como por su historia. Visitamos su Catedral de Santa María que aún conserva en una de sus fachadas las huellas de los cañonazos de la Guerra contra los Franceses, La Muralla con sus cañones de defensa, La Plaza Mayor con el edificio del Ayuntamiento, El Palacio de Enrique II, hoy convertido en Parador y el impresionante mirador sobre el Río Águeda y su Puente Romano. Luego refrigerio en la Plaza Mayor y vuelta al hotel para cena y descanso. Hay que hacer las maletas que mañana nos vamos.
CUARTO DÍA:
Iniciamos el camino de regreso, parada prevista en Zamora para visita a la Ciudad y después comida.
Recorrido por los lugares más representativos de ZAMORA: la Catedral, el Castillo, el Mirador del Troncoso sobre el Duero, etc,etc. Una vez concluida esta visita nos dirigimos a la Bodega Valcabadino, donde nos esperaba la comida que fue toda una SORPRESAA: Un entorno espectacular.
Ocupamos dos salas contiguas de la Bodega; la mitad de los excursionistas en cada una, todos comodamente sentados y los camareros empezaron a servir la comida: jamón, queso de oveja, chorizo frito, tortilla de patatas recién hecha y como no todo regado con un buen vino de la propia bodega. Esto fue el principio, una vez recogidos los platos de este servicio, comenzó a percibirse un olor especial, era el lechazo recién salido del horno de leña que empezaban a servir a cada uno de los comensales.
Que momento....que si pata, paletilla o costilla, a cada uno según le correspondiera, en raciones individuales; estaba exquisito...incluso el gran ruido ambiente se convirtió en murmullo y cada uno nos afanabamos a lo importante, disfrutar de aquel manjar que teníamos delante, todos gratamente sorprendidos ya que parecía era una comida de Reyes.
El aprovechamiento fue total, no se desperdició ni un gramo..!!! Tomamos el café "de pota" también servido en la mesa y cada uno fue saliendo del comedor para tomar un poco de "aire" y sobre todo comentar que la comida había sido fabulosa !!
El Presidente y los directivos de la "Avoa" felicitamos al dueño y responsable del restaurante por como nos habían tratado, y también como no, queremos felicitar a Manuel, responsable de Costa Atlántica por recomendar este espacio para la comida de fin de fiesta!!!
LLegamos a Coruxo sobre las 21:30 horas después de disfrutar de cuatro días inolvidables.
GRACIAS.... AVOA.
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